El OSPC difunde en formato digital el segundo boletín de salud que recoge los principales resultados del análisis de la Encuesta de Salud de Cantabria ESCAN-06 sobre el consumo de medicamentos en la Comunidad Autónoma.

Ver boletín nº 2 de Salud en la web del OSPC www.ospc.es en la sección Proyectos

Más de la mitad de la población general de Cantabria (55,7%) había consumido algún medicamento recetado o no recetado en las dos semanas anteriores a la encuesta (15,8% más de mujeres que de hombres). El consumo en Cantabria fue un 6,5% menor que en el conjunto de España, siendo, después de La Rioja, la que menor consumo presenta en ambos sexos.

El 28,9% de la población menor de 16 años había consumido algún medicamento, recetado o no recetado, en las dos semanas anteriores a la encuesta, observándose ya en estas edades un mayor consumo en las niñas que en los niños (32,9% frente a 25,1%).

En general, en la población adulta se observa una tendencia a un mayor consumo con la edad, siendo el consumo de las mujeres superior al de los hombres en todos los grupos de edad, salvo en el de 65 a 74 años en que se igualan.

La frecuencia de consumo de medicamentos sin receta entre las personas adultas está por debajo de la media nacional (un 7,6% frente a un 15,7% respectivamente) y el consumo de productos de medicina alternativa (homeopáticos y naturistas) es asimismo significativamente más bajo que el consumo medio en España (0,9% y 4,9% respectivamente),

El poli consumo (3 ó más medicamentos, con o sin receta) aumenta con la edad en ambos sexos y fue siempre mayor entre las mujeres que entre los hombres, sobre todo a partir de los 65 años. Las mayores diferencias se observaron en el grupo de edad de mayores de 74 años, en el que consumieron 3 ó más medicamentos una de cada dos mujeres frente a uno de cada cuatro hombres.

En cuanto a la relación de factores de orden social con el consumo de medicamentos se observaron diferencias en el consumo de acuerdo a la clase social (consumen más las personas de las clases socioeconómicas más desfavorecidas), al nivel de estudios (consumen más las personas con estudios primarios o sin estudios y las que tienen estudios superiores que las personas con estudios medios), a la actividad económica (consumen más las personas jubiladas o pensionistas y las mujeres dedicadas a las labores del hogar) y al tamaño de municipio de residencia (consumen las personas que residen en municipios grandes que quienes residen en los más pequeños).

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2008 | OSPC